Sint Maarten o Saint Martin, según en que parte de la isla te encuentres

Esta isla es un caso de doble nacionalidad muy particular. Acá veremos flamear dos banderas, aunque no es fácil darse cuenta en que parte de la isla uno se encuentra. Salvo algún cartelito que declara “Bienvenue en Partie Francaise” o “Welcome to Dutch Sint Maarten”.

Sint Maarten
Sint Maarten

Este lugar tiene la superficie más chica del mundo con soberanía compartida. La historia nos cuenta que fue divisada por Cristóbal Colon el 11 de Noviembre de 1493, Día de San Martín de Tours, nombre que tomó la isla. En el año 1620 llegaron los holandeses y al poquito tiempo los franceses. Por varios años se pelearon el dominio hasta que finalmente en el 1648 decidieron dividirlo. La leyenda dice que la frontera fue trazada justo en el punto que se encontraron cara a cara un francés y un holandés. ¿Saben por que el lado francés quedo más grande? Porque el holandés al caminar bebía ginebra y necesitaba descansar más tiempo y el francés sólo tomaba vino.

Lo cierto es que la isla pertenece a las Antillas Neerlandesas (que gobierna desde Curacao) y no forma parte de la Unión Europea, la parte norte es miembro de la colectividad de ultramar de Francia y reporta directamente a Paris.

Pero lo más importante, las diferencias culturales no son tan marcadas, lo cual hace que en el lugar se pueda vivir en total armonía. La parte francesa es más calma y no existen tantas edificaciones como en la parte holandesa. Algunos locales se jactan diciendo que esta parte es más refinada, tiene las mejores boutiques y el aire de Paris también es posible respirarlo en el lugar. Sus plazoletas, sus bares y sus típicos cafecitos son muy similares a los de la capital francesa.

La capital de la parte francesa se llama Marigot la holandesa Philipsburg. En Philipsburg arriban muchísimos cruceros que hacen que sus calles sean más concurridas y ruidosas. Un imperdible para los que bajan de los barcos es darse una vuelta por Front Street y Back Street en donde podrán comprar los más diversos productos libres de impuesto.

Pero si buscas vida nocturna, sin lugar a dudas, debes rumbear para el lado holandés. En esta parte encontrarás un complejo de cines, 12 casinos (que del lado francés están prohibidos) y muchas nuevas edificaciones.

En cambio, para los que buscan la tranquilidad de las playas desérticas existe La Samanna, un grupo de villas de estilo mediterráneo en donde el lujo está presente. Alojarse cuesta arriba de 1.000 dólares la noche. Pero si tu presupuesto no te alcanza, existen mucha más variedad hotelera además de la posibilidad de alojarse en la vecina St. Barth.

De día puedes embarcarte para ir a visitar las islas vecinas por una tarifa que va desde los 15 a los 60 dólares.

Se dice que Saint Martin cuenta con tantos restaurantes como días en el año. La oferta es de lo más variada incluyendo platos criollos, franceses, indios, italianos, chinos y muchos más. Un lugar netamente gastronómico es Grand Case, una vieja casona de pescadores que hoy cuenta con una excelente cocina gourmet. Otro buen resto es L’Escargot, en donde el plato principal consiste, obviamente, en caracoles.

Dejando el tema de los restaurantes, este lugar cuenta con 37 buenas playas, algunas familiares, como Anse Marcel, otras con paisajes paradisíacos como Dawn Beach y si te gusta practicar snorkel puedes ir a Little Bay donde se puede nadar pegado al submarino hundido. Orient Beach es la única playa nudista de la isla (ubicada del lado francés) y la playa en donde podes obtener más adrenalina es Maho Beach, ya que se encuentra pegada al aeropuerto Princesa Juliana, y aunque suene gracioso e inverosímil, te recomiendan no acercarte demasiado ya que podes salir con lesiones serias al momento de despegar las aeronaves.

Fuente: Clarín Viajes
Fuente de la imagen: sxmhotelreviews.com

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