Una visita a Chan Chan, la ciudad Moche del misterio

La ciudad precolombina de Chan Chan ubicada a 4 km. al Nor Oeste de la actual ciudad costera de Trujillo en Perú muestra las impresionantes ruinas de la mayor ciudad de adobe del mundo que se encuentre conservada. Comenzada a construirse en época de la cultura Moche (siglo III al VIII), pase a ser luego capital del poderoso Imperio Chimú a partir del siglo XIII.

Varias vistas de la Ciudad de Chan Chan
Varias vistas de la Ciudad de Chan Chan

Chan Chan es una inmensa y extraordinaria metrópoli de adobe, un material bastante frágil y propenso a deshacerse con las lluvias, por lo que es casi increíble que haya llegado a nuestros días. Tanto Mochicas como Chimús dominaron el empleo de este material y crearon con el una manifestación artística con frisos y representaciones dignas de ver y que llenan de asombro. 

Pasearse al azar por esta ciudad ofrece constantes sorpresas. Es tan vasta que no existe lugar alguno del mundo (ni en Mesopotamia ni en el Turquestán ruso o chino) con ruinas de una ciudad de ese material tan extensas como las de Chan Chan. 

Esta urbe ostentaba en el pasado otros nombres, por ejemplo durante el siglo XVI se le llamo Chimo, Chimor y Cauchán; este último nombre es tal vez al antecesor de su nombre actual. Según el historiador e investigador Hans Horkheimer, la ciudad se extendió por dos kilómetros cuadrados con una población entre 40 a 50,000 habitantes. 

Para visitarla que mejor que contratar un guía experto, los cuales trabajan para las empresas de tour de la ciudad de Trujillo. Así podrás viajar al pasado, imaginar la vida en esta urbe, el reflejo de la luz en las paredes pintadas, en las aguas de los numerosos pozos artificiales y en las hojas de los pequeños jardines. Puede imaginarse el movimiento de la gente que con sus trajes variados y multicolores llenaba la inmensa ciudad. Aquí un jefe en su litera, allá un tropel de vasallos con productos del Sur. Al lado del horno humeante funden el bronce en moldes y sobre la plazoleta marcha una larga procesión a la huaca del Sol o de la Luna que dominan sobre líneas rectas de las murallas divisorias.

La ciudad milenaria se subdivide en varias unidades rectangulares de 200 a 400 metros de longitud, rodeadas por murallas de corte trapezoidal que alcanzan hasta 12 m. de altura y que las separaba de los caminos y de las otras unidades.  Estos enclaves se conocen con curiosos nombres como “las monjas”, la “sala de los arabescos” conocida también como Palacio Gran Chimú, la “ciudadela Velarde”, “Bandelier”, “el Laberinto”, el “Grupo Tello”, la “Ciudadela Uhle”, el “Palacio Imperial”, la “Ciudadela Tschudi” y finalmente la “Ciudadela Chayhuac”.

Visitar Chan Chan es retroceder en el tiempo, y más aún si se toma atención al “Palacio Gran Chimú”, un impresionante edificio de 200 metros cuadrados de superficie en tres niveles o al El Palacio Tschudi, un templo dedicado al culto del mar y el agua que nos dan una clara idea de las creencias mágicas y filiación de este pueblo con el mar.

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