Si empezamos un paseo imaginario desde los Dardanelos hasta Gibraltar comenzaremos viajando por Grecia, un país marino por excelencia, donde cada paso que des, te lleva a un grano de historia. Antes de tocar la península, el viajero vislumbrará una variedad de islas: Corfú, Miconos, Lesbos, Milo (donde se halló la famosa Venus, hoy expuesta en el museo del Louvre), Rodas y tantas otras, de pueblos encalados y de pescadores sobre el azul mediterráneo.
![Fachada del Partenón en Grecia](https://www.paraconocer.com/wp-content/uploads/2008/10/el-partenon-en-grecia.jpg)
Creta, la mayor, es en si misma una civilización. País de reyes de leyenda, tiene en los restos del palacio de Cnosos, con su laberinto de Dédalo y la puerta de los leones, muestras de lo avanzado y refinado de esta cultura. En la península veremos a Atenas, la gran cuidad de marmol del Peloponeso, lugar para pasear, caminar, tomar el sol junto a ruinas imperecederas: la Acrópolis, que domina la ciudad, y, en su cúspide, el Partenón de Fidias; templos y museos como el Nacional, que abarca colecciones de toda la historia griega, desde el Neolítico hasta la época romana.
En el Pireo, los restaurantes y las tabernas típicas merecerán una visita para probar el vino resinoso. Dionisos enseñó al hombre griego a cultivar la vid y a hacer el vino. La Iliada y la Odisea están plagadas de referencias al néctar de los dioses.
Corinto, la de las uvas pasas, se constituye en la bisagra del Peloponeso, aquí se condensa Grecia y donde será inexcusable visitar Esparta y Olympia.